Un plan de prohibición de tecnología de "doble uso" podría clasificar a los smartphones como armas

La Unión Europea tiene previsto ampliar los controles de exportación de las llamadas tecnologías de "doble uso", incluyendo herramientas de vigilancia que podrían frenar la venta de teléfonos inteligentes.

EU

Las denominadas tecnologías de doble uso son aquellas empleadas para fines civiles o militares. Por ello, algunos países imponen restricciones en su venta, dado el temor de que puedan violar alguno de los derechos humanos. Un borrador de las nuevas regulaciones de exportación de la Unión Europea podría colocar a los smartphones en esa categoría por sus capacidades de seguimiento y localización.

La posibilidad de que algunas tecnologías sean mal utilizadas ha sido una preocupación en la UE desde que unos documentos filtrados revelaran que la empresa italiana Hacking Team había vendido sus herramientas de vigilancia a regímenes represivos. La persona que abrió una brecha en los sistemas de seguridad de esta compañía escribió posteriormente que “la piratería da al más débil una oportunidad de luchar y ganar”.

En diciembre de 2014 la Comisión Europea amplió los controles de exportación vigentes, pero ahora pretende pedir licencias de una gama mucho más amplia de tecnologías, de acuerdo con el régimen comunitario por el que se establece “el control de exportaciones, la transferencia, el corretaje y el tránsito de productos de doble uso”, tal y como puede leerse en EurActiv, la página web de referencia de la información comunitaria.  

El borrador del reglamento, que podría presentarse de forma definitiva en Septiembre, según EurActiv, amplia la definición existente de productos de doble uso e incluye también “la tecnología de vigilancia que pueda ser utilizada para la comisión de graves violaciones de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario o pueda plantear una amenaza a la seguridad internacional o a los intereses de seguridad esenciales de la Unión Europea y de sus estados miembro”.

Asimismo, el reglamento amplía la definición de exportación para incluir la distribución online, no solo los envíos físicos, ya que la tecnología militar también se puede vender a través de tiendas de aplicaciones.

La dificultad potencial para los fabricantes de teléfonos inteligentes aparece en la página 20 del borrador, en la que se explica que la tecnología de vigilancia incluye equipos de interceptación de telecomunicaciones móviles, centros de control, sistemas de interceptación legal y sistemas de retención de datos, biometría, análisis forense digital y dispositivos de rastreo de localización, entre otros.

A menos que los smartphones no estén específicamente excluidos del ámbito de aplicación de este reglamento, esto puede suponer gastos generales significativos y retrasos para los exportadores de productos que muchas personas no consideran un arma, sino una necesidad cotidiana. 



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