Infraestructuras críticas y sistemas de voto electrónico
Los sistemas de voto electrónico son el blanco de numerosos ataques que ponen en riesgo el propio sistema democrático, por lo que al menos sería oportuno que a nivel internacional se analizase este tema de forma adecuada.
Las infraestructuras críticas han estado en boca de todos en los últimos años, todo ello con el afán de mejorar la madurez de la seguridad nacional y afrontar los retos que tenemos encima de la mesa en materia de continuidad de negocio y operaciones. Así, se han planteado conceptos de gran interés como la responsabilidad compartida y la cooperación público-privada, donde de forma global y estratégica se deben llevar a cabo los oportunos análisis de riesgos sobre tales infraestructuras. De igual modo, en el horizonte va apareciendo y ganando fuerza la doctrina de la resiliencia, que nos indica que tales infraestructuras deben ser capaces de seguir operando, incluso bajo el bombardeo enemigo.
Estos planteamientos requieren de una extraordinaria coordinación y gestión de crisis a nivel gubernamental, otorgando a las infraestructuras críticas todas las capacidades en materia de seguridad que permitan el buen funcionamiento de los servicios esenciales nacionales. Ahora bien, un punto fundamental de partida para que todo este engranaje funcione correctamente es que no sólo se hayan identificado las tareas, responsabilidades y recursos necesarios, sino que también se hayan seleccionado todas las infraestructuras críticas que merecen tal apelativo.
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