Nuevas amenazas comprometen los sistemas de seguridad digital de los automóviles
Los fabricantes de coches cada vez añaden más funciones digitales a los automóviles, que pueden comprometer la seguridad de los usuarios a menos que se adopten sistemas de protección oportunos. Expertos de seguridad ya han destacado las principales amenazas para estos sistemas.
Así lo cree Dave Miller, CSO del proveedor de plataformas cloud, Covisint. Miller asegura que en un mundo de coches inteligentes hay cinco aspectos de identificación y seguridad claves a considerar. Para Miller, los servicios cloud ofrecen respuesta a estas amenazas.
Los cinco retos para la identidad y seguridad de los vehículos es identificar al propietario del vehículo sin ninguna duda y ya hay métodos como contraseñas y combinaciones de métodos similares para lograrlo. Sin embargo, si este proceso no se realiza correctamente, los criminales pueden tener acceso al coche. Para ello, Miller propone un proceso de validación potente, independiente (se realizaría fuera del vehículo).
El segundo aspecto es la gestión de este proceso de autenticación cuando se vende el vehículo y asegurarse de que el nuevo propietario es la única persona autorizada a utilizar el coche. La solución 
tecnológica es un sistema independiente que se sitúa en el medio de la transacción para transferir la propiedad del antiguo al nuevo propietario.
Otra preocupación es la falta de servicios de autenticación de factor doble que supere la simple combinación de contraseñas y requiera una segunda pieza de información para asegurar que la persona que está físicamente en un lugar y momento determinado es quien dice ser.
El cuarto riesgo es que existen demasiadas identidades, demasiadas contraseñas y en demasiados lugares. Si la gente utiliza la misma password en lugares seguros e inseguros las probabilidades de que sea pirateada aumenta exponencialmente. La solución sería utilizar la misma contraseña en todas partes pero asegurarse de que es extremadamente difícil duplicarla.
La última amenaza es que el vehículo tome demasiadas decisiones con respecto a la seguridad, lo que obliga a los sistemas a ser permanentemente actualizados y puede que haya usuarios que no les guste hacerlo. Y si no lo hacen, su seguridad sufre. La solución aquí vuelve a ser trasladar la toma de decisiones sobre la identidad del conductor a la nube.
