Cuando conducir no es el mayor peligro de los coches inteligentes
Era inevitable que el ´hackeo´ llegase a los coches inteligentes. Analizamos los retos a los que se enfrenta el mundo de la automoción.
La escala de los ciberataques, la aparición de más dispositivos conectados y la integración de la tecnología en los objetos que se utilizan en el día a día (tanto en el trabajo como en el hogar) no deja otra opción que empezar a invertir en seguridad.
Los puntos más atacados necesitan un protocolo estandarizado, aunque no será tarea sencilla. Según Carlos ferro, country manager de Symantec en Iberia, “pueden ser desde los sistemas basados en la nube y los data centers a donde se conectan, hasta la propia conexión, incluyendo los ordenadores de a bordo (SBC), módulos de control de cuerpo (BCM), módulos de sensores pequeños, los chips de los módulos y los protocolos bus que los conectan.
Pero es que las funciones favoritas de los conductores de smartcars son precisamente las más peligrosas. Parte del problema que se plantea surge de las aplicaciones móviles: si atacan los dispositivos smarphones, ¿por qué los coches iban a ser un aparte?
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