Elecciones en Estados Unidos: qué pasaría si los ciberatacantes deciden actuar

Hoy es el día de las elecciones presidenciales norteamericanas. Hillary Clinton o Donald Trump, solo uno de estos dos protagonistas antagónicos llegará a la Casa Blanca. Muchos opinan que será un día decisivo para la historia del país. Lo que no han pensado es que también podría pasar a la posteridad si los ciberdelincuentes deciden atacar e influir en la votación.

Los expertos en seguridad subrayan que sería extremadamente difícil desmantelar todo el entramado tecnológico que hay detrás de las urnas. El sistema está distribuido alrededor de miles de kilómetros y jurisdicciones, por lo que dificulta la manipulación a gran escala. Sin embargo, los hackers podrían sembrar el caos de otras maneras. Cuentan con las herramientas y las infraestructuras necesarias.

El mes pasado, el país vivió una serie de ataques masivos DDoS a partir de un malware llamado Mirai que está disponible en la red de forma gratuita. Ese incidente, que inundó las conexiones a Internet con demasiado tráfico, fue especialmente notorio para los usuarios de la costa este. “No sería raro pensar que se intentase otra estrategia similar para el día de hoy”, ha explicado Travis Smith, investigador de seguridad de Tripwire. Lo que podría afectar a servicios tales como las páginas de localización que indican a los ciudadanos el emplazamiento en que deben votar.

“Si nos ponemos en un escenario extremo, podrían atacar solo a condados que históricamente han apoyado al partido Republicano, o al Demócrata, por el contrario, consiguiendo que disminuya la participación”. Sin embargo, tal y como cuenta Smith, siempre hay maneras de llegar a los locales electorales, pues se envía toda la información por correo a los votantes. “Además, Google Maps podría soportar ataques a gran escala”.

Pero, las direcciones web no son el único sitio que los atacantes pueden alterar para evitar que los ciudadanos voten. En Estados Unidos el carpooling, sistema para compartir vehículo, es muy recurrente en estas ocasiones. Es más, la primera causa de abstención es que la gente no encuentra transporte para acudir a votar.  Muchos de estos negocios de carpooling están dirigidos por pequeñas empresas y podrían ser infectados fácilmente.

Una campaña marcada por las filtraciones

Aunque lo más lógico sería que el día transcurriese con normalidad, los ciberdelincuentes ya han tenido éxito hasta cierto punto. Se ha sembrado el sentimiento en la política estadounidense de que Rusia ha influido en los votantes mediante la filtración de información confidencial en línea y la piratería de objetivos políticos.

La identidad Guccifer 2.0 y WikiLeaks ha sido la fuente de algunas de las filtraciones que han atacado especialmente a la candidatura de Clinton. Los expertos no descartan que en el día de hoy se produzcan filtraciones similares. “Es una posibilidad, aunque no se podría demostrar la veracidad de tales afirmaciones”, dijo Justin Fier, director de ciber inteligencia y análisis de Dark Trace.

Para evitar cualquier incidente, el gobierno viene trabajando desde hace tiempo con las jurisdicciones electorales locales en materia de ciberseguridad. Los 50 estados han solicitado ayuda federal para proteger sus sistemas. Sin embargo, la aparición del más mínimo incidente podría poner en duda la manipulación de las votaciones.

“No podemos crear ansiedad. Las personas podrían creer que el problema es más grave de lo que realmente es, pero no tenemos miedo. Todo transcurrirá con normalidad”.