La industria petrolera denuncia que los ciberataques pueden costar vidas

El Congreso Mundial de Petróleo celebrado en Doha ha reunido a representantes de las principales compañías petrolíferas del mundo. Entre los temas que han tratado, este año se ha colado la seguridad informática de los sistemas de gestión de las plantas petroleras. Varios expertos y responsables de la seguridad de estas plantas han dado la voz de alarma sobre la peligrosidad de los ciberataques.

El gerente de TI de la petrolera Shell, Ludolf Luehmann, ha sido el que más ha insistido en la cuestión de la ciberseguridad. Luehmann ha asegurado que en los últimos meses han detectado un aumento de los ataques, que ha hecho que el riesgo de que los sistemas caigan sea mayor. Lo cierto es que el aumento del número de ataques ha sido una constante en todo el mundo en los últimos meses y la industria petrolera no ha sido una excepción. Además, los ataques cada vez son más sofisticados y el gerente de Shell ha destacado que es un problema serio.

“Si alguien consigue entrar en el área donde se controla la apertura y el cierre de válvulas, incluso las de escape, podemos imaginarnos lo que sucedería. Costaría vidas y costaría producción. Por supuesto costaría dinero, provocaría incendios y causaría pérdidas de crudo, con fugas que afectarían al medio ambiente. El daño sería enorme”, ha explicado Luehmann según declaraciones recogidas por la BBC.

Un ciberataque dirigido contra una petrolera podría ser devastador. Vidas humanas y contaminación del entorno con algunas de las posibles consecuencias de este tipo de acciones, que ponen en serio riesgo a un gran número de personas. Sin embargo, aunque estos peligros son reales y pueden ser consecuencias claras de los ciberataques, lo cierto es que el número y la complejidad de estos ataques siguen aumentando.

Los asistentes al evento de Doha también hablaron sobre el alto riesgo de ataques dirigidos como Stuxnet o Duqu, pensados específicamente para atacar servicios críticos como pueden ser las petroleras. Como ya ocurrió en el caso de Irán y el ataque de Stuxnet contra los sistemas nucleares del país, si los ataques tienen éxito pueden causar una auténtica catástrofe.

Ante la peligrosidad de estos ataques dirigidos, que cada vez son más numerosos, los expertos apuntaron a que los países y las empresas están invirtiendo una gran cantidad de dinero en seguridad, que se ha convertido en una necesidad dada la situación actual. Por su parte, las petroleras también están tomando medidas para minimizar el riesgo, pero parte de la solución debería llegar con la concienciación de lo peligrosos que pueden ser ataques contra este tipo de organizaciones.