Se disparan los correos fraudulentos con el malware Injector.CDOU
De entre todos los países que han recibido muestras de Injector.CDOU, España es el que más infecciones presenta, un dudoso honor que demuestra que algo falla en los planes de prevención tanto a nivel doméstico como corporativo, señala ESET.
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El correo electrónico sigue siendo el vector de ataque más utilizado, y el malware Injector.CDOU es actualmente de las amenazas más propagadas a través de este medio entre los usuarios españoles. Así lo indica el Laboratorio de ESET España, que ha detectado un aumento considerable de correos fraudulentos que adjuntan un fichero infectado con el malware Win32/Injector.CDOU, entre ellos, una campaña de spam con supuestas facturas de la operadora Orange. Según Josep Albors, director del Laboratorio, “cuando se producen este tipo de campañas de propagación de malware durante varios días seguidos, significa que los ciberdelincuentes están obteniendo una cantidad de víctimas tan alta como para que les siga siendo rentable seguir utilizándola”.
Es tal la seriedad del malware Injector.CDOU que ya ocupa la segunda posición en el ranking de amenazas más detectadas en España, según se constata en el servicio Virus Radar de ESET. “Este elevado porcentaje de detecciones demuestra que la campaña está teniendo éxito especialmente en España, ya sea porque los ordenadores se encuentran menos protegidos o porque la formación de los usuarios es inferior a la de los otros países que están recibiendo muestras de esta familia de malware”, comenta Albors, señalando que, de hecho, de entre todos los países que han recibido muestras de este malware, España es el que más infecciones presenta, pese a que la mayoría de los correos que adjuntan este malware están en inglés.
Sin duda, la formación en seguridad resulta vital a todos los niveles para evitar este tipo de epidemias de malware. “Si en pleno 2015, el usuario que recibe estos correos sigue abriendo ficheros adjuntos maliciosos o pulsando sobre enlaces de descarga sospechosos es que algo falla en los planes de prevención, tanto a nivel doméstico como corporativo”, concluye Josep Albors.