Japón implementará reconocimiento facial en sus aeropuertos

El país asiático adopta el uso del reconocimiento facial en los principales aeropuertos del país con el fin de poder detectar a los residentes que salen o regresan al país. Japón pretende mejorar la eficiencia en los controles migratorios.

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Japón se ha propuesto agilizar los procesos e inspecciones de inmigración que son llevados a cabo en sus aeropuertos internacionales para lo que acaba de anunciar la adopción de la tecnología de reconocimiento facial. De esta manera, los principales aeropuertos del país van a poder identificar a los ciudadanos japoneses que regresan del extranjero mediante esta nueva tecnología que ya es empleada en los nuevos smartphone.

El comunicado hecho público destaca que tres de esas puertas ya están en uso en el aeropuerto Haneda de Tokio, mientras que a lo largo de 2018 se instalarán puertas adicionales en Narita, Kansai, Chubu y Fukuoka para identificar a los ciudadanos que abandonen el país. En total, el gobierno cita que contará con 137 puertas con esta tecnología de reconocimiento facial instaladas en los cinco principales aeropuertos del país. La medida tiene como objetivo tanto agilizar los procesos de salida como reforzar la selección de entrada de ciudadanos. Con esta medida, el país espera liberar de tareas al personal designado hasta ahora para dicho fin con el aliciente de reforzar las inspecciones de inmigración.

El sistema puede identificar a un individuo comparando la foto que se encuentra en el chip del pasaporte electrónico con la imagen capturada en el mismos instante del reconocimiento, de manera que si las imágenes coinciden, la puerta se abre automáticamente. El uso de pasaportes con sistemas biométricos y las mejoras significativas llevadas a cabo en torno al reconocimiento facial han permitido la introducción de este tipo de sistemas, destaca el ministerio.

De cualquier forma, antes de que el sistema pueda extenderse al análisis de ciudadanos extranjeros, la tecnología deberá someterse a más pruebas. El siguiente hándicap será garantizar que el sistema pueda leer correctamente los datos contenidos en los pasaportes de diferentes países. El gobierno japonés se ha fijado el objetivo de aumentar el número de visitantes extranjeros a 40 millones en 2020 y 60 millones en 2030, además de mejorar la eficiencia de los procedimientos de entrada y salida.

Recordemos que Tokio ha sido elegida como ciudad para albergar los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en 2020. Será la segunda vez que se celebran en el país tras los que se llevaron a cabo en 1964 cuando Hirohito, padre del actual emperador, era quien ostentaba dicho cargo.

 



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