EULEN Seguridad lanza un nuevo servicio de ciberinteligencia
La empresa experta en seguridad renueva un servicio especial, con una visión híbrida para afrontar riesgos tanto en el plano físico como en los entornos digitales.
La ciberinteligencia es la base para la protección de la seguridad de cualquier organización que cuente con un sistema TI en su estructura. Ante la necesidad de afrontar las ciberamenazas que crecen exponencialmente en los últimos años, las empresas necesitan servicios especializados que pongan a salvo tanto sus instalaciones físicas, como sus sistemas informáticos y de comunicación.
Ante estas necesidades, la división de Seguridad del Grupo EULEN, (EULEN Seguridad) ha creado un nuevo servicio de Ciberinteligencia como una evolución natural de la inteligencia, a la que aplican técnicas y procesos al área de tecnologías de la información, “para aportar una protección avanzada a las organizaciones y ofrecer una mejor comprensión de las oportunidades y las amenazas para los negocios” según informan desde la compañía.
La ciberinteligencia que ofrece la veterana unidad de seguridad de la compañía cuenta con una visión híbrida de la seguridad que contempla tanto los riesgos en el plano físico como los digitales. Están diseñados para integrarse en la seguridad de los activos tangibles (personas, infraestructuras, sistemas) e intangibles (información, reputación y marca) así como en los procesos para garantizar la continuidad de las operaciones de negocio.
Para adaptarse a las necesidades y características de cada organización, el catálogo de servicios de Ciberinteligencia se despliega en tres innovadores planes de protección (ESENCIAL, PRO Y 360º) personalizables y escalables, diseñados específicamente para cumplir con las más altas exigencias de las empresas. Asimismo, cuenta con tres grandes bloques de servicios: cibervigilancia, ciberanálisis y catálogo de servicios especializados.
Con este tipo de servicios completos de seguridad quieren ofrecer un soporte para el proceso de toma de decisiones y contribuir a reducir la incertidumbre y los riesgos, para así alcanzar una mayor competitividad a través del conocimiento y la capacidad de adaptación a los cambios.
