Los fraudes de identidad, de solicitud y on-line son los más populares

En un acto celebrado en la Fundación Diario Madrid, la Asociación Española de Empresas contra el Fraude (AEECF), que reúne cerca de 20 compañías de distintos sectores, ha presentado sus iniciativas para ayudar a empresas y consumidores en la prevención del fraude.  Como punto de partida, la Asociación ha identificado las estafas más frecuentes en nuestro país y las comunidades donde más de producen. 
Según una encuesta llevada a cabo entre los asociados de la AEECF, el fraude de identidad, aquel en el que el defraudador se hace pasar por un tercero para obtener un beneficio personal, es el ataque más habitual en sus organizaciones. En segundo lugar se sitúa el fraude de solicitud, que puede ser fraude de primera persona o fraude de tercera persona. El fraude de primera persona lo comete el infractor mediante una alteración de sus datos para engañar a la entidad o perjudicar la decisión de crédito, mientras que en el fraude de tercera persona asume la suplantación de identidad o el uso de identidades ficticias y organizaciones que operan al margen de la ley.
La AEECF advierte asimismo que el fraude on-line está creciendo de forma exponencial como vía para perpetrar distintos tipos de estafas. El uso de medios electrónicos con el objetivo de robar datos personales, número de tarjetas de crédito, claves, contraseñas o mover fondos desde cuentas bancarias a las cuentas de defraudadores, resulta cada vez más sencilla con la proliferación de dispositivos electrónicos. En este sentido, los ataques de phishing han experimentado un crecimiento del 87% en los últimos años.
Por Comunidades, Valencia es la región que más casos de fraude registra, con un 26% de los mismos, seguida de Cataluña, con un 24%, y la Comunidad de Madrid, con un 21%. Se confirma así que las comunidades con más turismo, población y una mayor penetración tecnológica son las que registran un mayor número de casos.
Según Felipe Fernández Atela, presidente de la AEECF y de Experian en España, “vivimos en un momento clave en el desarrollo de la economía digital. La empresa está haciendo frente a una importante transformación y uno de sus grandes pilares es la prevención del fraude. Una labor que sólo puede ser eficiente si el compromiso es compartido por empresas y administraciones públicas”.
La Asociación considera necesaria una visión multisectorial de la solución, que contemple compartir los problemas y proteger la industria a través de una gestión eficaz de los datos sobre el fraude.  La AEECF cuenta además con Hunter, un sistema de prevención del fraude en el proceso de admisión de operaciones, donde se analizan y detectan solicitudes potencialmente fraudulentas, lo que permite su identificación antes de que se produzcan.