Peligros asociados a la práctica de “seguridad” de reclamar el DNI en el registro de usuarios

Elon Musk no da, generalmente, puntada sin hilo. Después de hacerse con el control de Twitter, de exterminar gran parte de la plantilla, llevar a la red social a la deriva tras el éxodo de anunciantes y terminar con la verificación de cuentas, parece que la rebautizada como X ha considerado que es hora de poner punto y final al caos. Al menos, aparentemente. Así, aprovechando el renacer de Twitter bajo el paraguas de X, una súper app para todo, Musk ha propuesto que los usuarios de la plataforma se identifiquen con su documento nacional de identidad (DNI) a la hora de registrarse y crear una cuenta. De esta manera, dice, podrá cerciorarse quién es el dueño de cada cuenta. Sin embargo, esto entraña riesgos y peligros asociados, especialmente teniendo en cuenta el carácter sensible de los datos requeridos.

Los datos personales, en este caso los relacionados con el DNI, suponen hoy en día una información extremadamente valiosa. Es tal su importancia que generalmente se convierten en el objetivo de los ciberatacantes, por lo que regalárselos al magnate de origen sudafricano a cambio de una cuenta en su plataforma no es buena idea. De hecho, son ancestrales los problemas de seguridad con los que cuenta la plataforma, habiendo llegado a copar titulares y situándose en el foco de la actualidad mediática en un sinfín de ocasiones.

Hace un tiempo Elon Musk ya comentó algo acerca de esta idea; sin embargo, ahora, tal y como ha descubierto @nima_owji, X está comenzando a pedir una identificación oficial a algunos usuarios. Según recoge elEconomista.es, esto es totalmente opcional, ya que únicamente se les está requiriendo a usuarios de la versión premium.

Peligros asociados a la práctica

X no es la única compañía que ya está comenzando a poner, poco a poco, en marcha esta idea; sin embargo, merece la pena recordar los peligros asociados a una práctica que, según dicen, impulsan en aras de la “seguridad”. Debemos ser muy selectivos respecto a quién entregamos nuestros datos, especialmente aquellos más sensibles. Evidentemente no es lo mismo entregárselos a la administración digital dependiente de un Estado, que a una empresa con fines comerciales que generalmente tiende a monetizarlos. Además de los datos personales, X requiere un vídeo-selfie para contrastar los mismos con la persona que se dice que es. Esto, en manos equivocadas, podría facilitar una suplantación de identidad, especialmente con el acceso y la popularización de la tecnología deep fake. Por último, según la red social, el tratamiento de estos datos ni siquiera correrá a cargo de Threads, sino que será un tercero quien los gestione, aumentando exponencialmente los riesgos de que se filtren.