Los Veintisiete avanzan de manera desigual en materia de ciberseguridad

Los esfuerzos por impulsar políticas que potencien las habilidades de los ciudadanos europeos en materia de ciberseguridad se han centrado hasta la fecha más en la tecnología que en las personas. Así lo refrenda un informe publicado por la Universidad Aalto de Helsinki bajo el título Habilidades de los ciudadanos cibernéticos y su desarrollo en la Unión Europea. El estudio, enmarcado en la iniciativa Cyber Citizen impulsada por Bruselas, detalla los conocimientos y prácticas de seguridad cibernética en cada uno de los estados del bloque, evidenciando así que existen diferentes grados de formación en cada uno de ellos. Siguiendo esta misma línea constata, además, que no existe actualmente un único modelo de aprendizaje o práctica común e insta a los reguladores a aplicar un enfoque unificado en la Eurozona.

La ciberseguridad de un ciudadano, explica Jarno Limnéll, catedrático en Ciberseguridad por la Universidad de Aalto y director de la iniciativa Cyber Citizen, depende de “sus conocimientos, habilidades y actitudes. No basta con dominar la tecnología para ser ciberseguro”. Las cibercapacidades, detalla, “no sólo son necesarias para una vida cotidiana fluida y segura, sino que también son esenciales para la seguridad y el éxito económico de la UE en su conjunto”.

Caso español

Con el punto de mira puesto en el caso español cabe destacar que el país ha alcanzado un alto desarrollo de su cultura de ciberseguridad en los últimos años y se ha logrado una mayor concienciación en ciberseguridad y formación en todos los ámbitos de la sociedad, según el citado pliego. Una fuente documental que sitúa, asimismo, a España como una de las naciones más avanzadas en la materia. De hecho, en nuestro país, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) tiene como objetivo reforzar la confianza digital, la ciberseguridad y la resiliencia en los entornos públicos y privados. El lema estratégico 2021-2025 del instituto, De miles a millones, esboza la ambición nacional de alcanzar a un mayor número de ciudadanos y empresas.

Con miras al futuro

A pesar de que la diversidad de proyectos y prácticas en toda la Unión implica que hay algo que aprender de cada rincón de Europa, el estudio de también constata grandes diferencias entre los estados, en cuanto a mentalidad, formación y capacitación de sus ciudadanos. Así, aunque la ciberseguridad es una amenaza transnacional, actualmente no existe un modelo conjunto para el aprendizaje o la práctica común de la ciberseguridad en el Viejo Continente. En este sentido los investigadores han descubierto que las "habilidades cibernéticas" se han centrado tradicionalmente en gran medida en la tecnología. Por ello, proponen actualizar la comprensión de las mismas y dirigir el foco hacia las personas.

Como consecuencia, Cyber Citizen tiene como objetivos desarrollar un modelo común y compartido para el aprendizaje y desarrollo de habilidades cibernéticas de la sociedad, además de diseñar un modelo europeo para el aprendizaje de la ciberseguridad, fortalecer la ciberseguridad europea y generar prácticas comunes. La próxima etapa de este programa de la Unión Europea pasa por construir un modelo europeo unificado para el aprendizaje de la ciberseguridad para todo el bloque.