Nueva ciberseguridad para un nuevo paradigma

Más que un cambio radical, el paradigma de la ciberseguridad lo que ha experimentado es una evolución; de años a meses. Si hace apenas un ejercicio todavía tenía el epicentro en las redes corporativas; el teletrabajo masivo, derivado de la pandemia de la COVID-19, ha puesto el foco de la protección en el usuario, el ser humano. El aluvión de dispositivos conectados que permiten la conexión ubicua ya aventuraban este nuevo escenario, pero la crisis sanitaria ha generado un “caos inevitable” en las empresas, según el analista principal de IDG Research, Alberto Bellé, en el que es preciso poner orden. Por una parte, asegura, el puesto de trabajo se ha diversificado en multitud de redes y dispositivos de manera vertiginosa. Y, como consecuencia, se han multiplicado los tipos de acceso. “Lo lógico es primero planificar un nuevo modelo y luego ponerlo en práctica, pero el Estado de alarma obligó a que este proceso se hiciera al revés a fin de mantener la operativa de los negocios”.

Esto, en los primeros momentos de incertidumbre, generó bastantes brechas de seguridad y cumplimiento; los ciberdelincuentes aprovecharon la ocasión para atacar a todo tipo de estructuras, independientemente de su tamaño, con especial mención a la industria de la salud, la que más presión ha sufrido y lo hace en estos momentos. Ahora, en la llamada ‘nueva normalidad’, las empresas han empezado a proteger a sus empleados y los entornos híbridos. Datos de la firma de análisis de IDG ponen de manifiesto que el 40% de las organizaciones locales estima que el impacto de esta crisis ha sido mínimo, mientras que el 25% dice haber arrastrado consecuencias significativas, y el 8% críticas. Pero, estas estadísticas se pueden ver dilapidadas solo con el hecho de que un ciberataque exitoso es capaz de suponer el cierre de una firma. 

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