Ciberseguridad
Smart Cities

Las 'smart cities' también corren riesgos de ciberseguridad

Cortes en los suministros de agua o energía, control de los semáforos, hackeo de las cámaras de vigilancia... Estas son algunas de las amenazas a las que se exponen las ciudades inteligentes, según Check Point.

Smart cities

El alto número de dispositivos conectados no llega solo a empresas y ciudadanos, sino que las ciudades quieren estar a la vanguardia en servicios tecnológicos y, aplicando el concepto de smart cities, se vuelvan más inteligentes, productivas y eficientes de cara a todo tipo de recursos, ya sean energéticos de movilidad o de disfrute. Pero, este crecimiento deriva, a su vez, en riesgos para la ciberseguridad. Según datos de estudio Digital In 2018 elaborado por Hootsuite y We are Social, hay alrededor de 8.485 millones de terminales conectados a Internet en el mundo. Cifra que se espera se potencie en los próximos años.

Por ello, desde Check Point se preguntan si las ciudades inteligentes son realmente seguras. La compañía especializada en ciberseguridad ha identificado varios riesgos que pueden causar daños en nuestro día a día, como por ejemplo, y simplemente, el control de los semáforos. Las estaciones de control permiten descongestionar calles con mucho tráfico o favorecer rutas de ambulancias y coches especiales, pero, en la otra cara de la moneda, un cibercriminal podría acceder a todo este servicio, “provocando innumerables accidentes”. Asociado al tráfico, cada vez hay más coches inteligentes, que derivarán, prácticamente en el futuro, en vehículos autónomos, que cuentan con una cantidad ingente de sensores que harían las delicias de los criminales.

En el sector de las utilities, ¿qué sucedería si se colapsase una red eléctrica? Esta todavía no es una amenaza visible ya que en Europa la autogestión de la electricidad en los hogares no es una tendencia extendida pero sí que puede suponer un riesgo a largo plazo. ¿Y el suministro de agua? Las ciudades inteligentes cuentan con sistemas que permiten controlar el flujo de agua y conocer si se ha producido alguna fuga. Una de las principales amenazas podría ser un corte en el suministro o un aumento de la presión del flujo  o, incluso, un ciberdelincuente podría modificar los niveles aditivos químicos de este bien natural.

Por otra parte, todas las ciudades tienen sistemas de cámaras de vigilancia, un banco de fácil acceso para un atacante, que puede utilizarlas para espiar a personas o los movimientos de un objetico y así acceder a información personal e imágenes.



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