Denuncian a Meta por su nueva suscripción de pago para evitar el uso de datos personales

Un viejo dolor de cabeza vuelve a Meta. El abogado Max Schrems, que en 2011 demandó a Facebook por el uso de información personal de sus usuarios –y que más adelante derivó en la invalidación de los dos primeros tratados trasatlánticos de protección de datos, Safe Harbor y Privacy Shield-, ha vuelto a la carga: este martes ha anunciado una nueva denuncia contra la matriz de la red social, esta vez por su nueva suscripción de Facebook e Instagram en el que los usuarios deben pagar para evitar que sus datos personales sean rastreados. 

A través del Centro Europeo para los Derechos Digitales o Noyb (non of your business o ‘no es asunto tuyo’, por sus siglas en inglés), fundado por Schrems en 2017, los activistas presentaron una denuncia ante la autoridad de protección de datos de Austria por la práctica instaurada por Meta que obliga a sus usuarios a “pagar o aceptar” el uso de sus datos personales. Según cálculos del Noyb, los usuarios deberán pagar hasta 251,88 euros al año para “mantener su derecho fundamental a la protección de datos en Instagram y Facebook”. Considerando que los ingresos medios de Meta en Europa se sitúan en torno a los 62,88 euros por usuario al año, el coste de la suscripción es “desproporcionado”.

“No sólo el coste es inaceptable, sino que las cifras del sector sugieren que sólo el 3% de la gente quiere ser rastreada, mientras que más del 99% decide no pagar cuando se enfrenta a una ‘tasa de privacidad’. Si Meta se sale con la suya, sus competidores no tardarán en seguirle los pasos. Teniendo en cuenta que un móvil promedio tiene 35 aplicaciones instaladas, mantener la privacidad podría costar pronto unos 8.815 euros al año”, señala el centro en un blog. 

Insisten en que, bajo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, el consentimiento al rastreo online y la publicidad personalizada sólo es válido si se da de forma voluntaria, algo contrario a lo que está haciendo Meta. “Todas las investigaciones científicas disponibles sugieren que los llamados sistemas ‘paga o acepta’ son la antítesis del libre consentimiento y afectan fundamentalmente al libre albedrío de los usuarios”, comentan.

Schrems agrega que “cuando el 3% de la gente realmente quiere nadar, pero el 99,9% acaba en el agua, todos los niños saben que no fue una elección ‘libre’. No es ni inteligente ni legal: es lamentable cómo Meta sigue ignorando la legislación de la UE". Además, sostiene que “los derechos fundamentales suelen estar al alcance de todos. ¿Cuántas personas seguirían ejerciendo su derecho al voto si tuvieran que pagar 250 euros por hacerlo? Hubo tiempos en que los derechos fundamentales estaban reservados a los ricos. Parece que Meta quiere hacernos retroceder más de cien años".  

El Noyb asegura que éste es simplemente “otro intento de Meta de eludir las leyes de privacidad de la UE”, y pone como ejemplo otra de sus denuncias contra la tecnológica que resultó en la multa de 390 millones de euros impuesta en enero a la compañía de Mark Zuckerberg por el tratamiento ilegal que hacía de los datos de sus usuarios para los anuncios personalizados. 

“Dada la gravedad de las infracciones y el número inusualmente elevado de usuarios afectados, Noyb insta a la autoridad austriaca de protección de datos a que inicie un procedimiento de urgencia para poner fin al tratamiento ilegal. Además, Noyb sugiere que la autoridad imponga una multa disuasoria, asegurándose de que ninguna otra empresa empiece a copiar el enfoque de Meta”, sentencia la fundación.

Además de esta iniciativa legal, el Noyb coordina más de 800 denuncias en el marco del GDPR que tiene activas en todo el mundo. De éstas, 13 se dirigieron a la Agencia Española de Protección de Datos y 11 siguen pendientes.