Entrevista
Reportaje
Identidad

Tres 'startups' españolas que están revolucionando el mercado de la identidad digital

En CSO desciframos, de la mano de tres empresas emergentes nacionales, los retos que conlleva la búsqueda de una identidad digital universal ante la fiebre de la IA, y las diferentes soluciones en el mercado para este complejo desafío.

identidad digital
Foto de Vadim Bogulov (Unsplash).

Aunque el metaverso prometido ha resultado ser, hoy por hoy, más humo que fuego, su aparición y auge sí ha dejado de manifiesto algunas lagunas en el ámbito tecnológico que aún hay que llenar para hablar de Internet como una réplica digital de nuestras vidas físicas. Un gran ejemplo de ello es la urgente necesidad de una identidad digital, global, interoperable y, sobre todo, segura, que permita reconocer a una misma persona en múltiples plataformas digitales.

El imparable arraigo de las herramientas de inteligencia artificial (IA), tanto en empresas como para uso personal, ha hecho aún más apremiante el desarrollo de soluciones que permitan conocer si estamos ante una persona real o ante un deep fake, aún más teniendo en cuenta que la digitalización ha permeado servicios críticos como la banca o las administraciones públicas.

En los últimos años han surgido múltiples iniciativas destinadas a dar una solución a este problema, entre ellas, la propuesta de una Identidad Digital Europea para que las personas y empresas de la Unión Europea (UE) puedan verificar su identidad para acceder a servicios públicos y privados online y offline. Otras grandes organizaciones también trabajan de la mano con autoridades para desarrollar tecnologías que permitan abordar esta materia, como la FNMT en España o la GSMA a nivel mundial.

Pero realmente son las startups las que están desarrollando las capacidades tecnológicas para dar solución a este problema. De hecho, en España, diversas empresas emergentes están llamando la atención de las grandes corporaciones para colaborar en lo que esperan sea la respuesta definitiva al dilema de la identidad digital. Éstas son algunas de las startups españolas que están liderando el sector.

 

Veridas

Eduardo Azanza, CEO de Veridas.

La navarra Veridas es, posiblemente, la startup española de este sector que más ruido está haciendo actualmente. Con grandes nombres entre sus clientes, como la Mutua Madrileña, Endesa y la Guardia Civil, la compañía que nace de la mano de BBVA ha tenido un año excepcional: una reciente expansión de capital de 15 millones de euros, una visita del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, a sus instalaciones y el reconocimiento del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de Estados Unidos como el cuarto mejor motor de biometría facial.

“Internet nace con un pecado original: que no tiene capa de identidad. Nace sin capa de identidad y nace sin capa de confianza”, explica Eduardo Azanza, CEO de Veridas, a CSO. El anonimato puede ser uno de los grandes atractivos de internet, pero hay otros escenarios donde es necesario conocer la identidad de la persona con la que estamos tratando, como en el caso de un banco, un trámite administrativo o la restricción de menores en la compra de alcohol. “No podemos tener transformación digital sin tener la capa de confianza de la identidad”, sostiene.

Por eso, Veridas nace como una solución de verificación de identidad y autenticación. Esto lo hace de varias formas. “La identidad más real es la que nos da el Estado”, dice Azanza, por lo que la startup utiliza tecnología de verificación, con cobertura y ámbito global, para extraer los datos de los documentos de identidad oficiales (DNI u otros) y comprobarlos. Esta información es contrastada con sistemas de biometría facial uno a uno (una cara contra otra cara) o uno a M (una cara contra millones de caras). También cuentan con biometría de voz, que reconoce a la persona sin importar el texto o el idioma. 

 

“Internet nace con un pecado original: que no tiene capa de identidad"

 

Eduardo Azanza, CEO de Veridas

 

Veridas no sólo verifica la identidad de las personas en el mundo digital, también lo hace en el mundo físico. De hecho, desarrolla hardware embebido que utiliza estos mismos motores biométricos para, por ejemplo, ingresar a un edificio corporativo, entrar a un estadio de fútbol o evitar que un menor acceda a un salón de juego. 

Esta tecnología es “absolutamente compatible” con la iniciativa de la próxima cartera digital europea en la que trabaja Bruselas, a la que Azanza califica como “similar al euro, a la potencia que puede tener a nivel de cohesión”. Si bien el modelo de negocio para la cartera digital europea no está claro, Azanza asegura que en Veridas, “como garantes de identidad, vamos a poder generar credenciales de identidad seguras que puedan residir en esa cartera”.

Tampoco quedan al margen del tema en boga, la inteligencia artificial. “Tenemos equipos dedicados exclusivamente a detectar inteligencias artificiales haciéndose pasar por personas, tanto en caras como en voces. Y de la misma manera que se utiliza la IA para generar las voces y caras sintéticas, nosotros la utilizamos para detectarlas”, sostiene.

En 2022, Veridas creció un 133% respecto a 2021 y espera hacerlo en otro 100% en 2023, para llegar a una facturación anual de 26,3 millones de euros y una plantilla de 278 empleados. “Hay proyectos importantes que creemos se van a materializar este 2023 y que nos van a ayudar a conseguir esa cifra de crecimiento. Por otro lado, la inversión en países y en equipos la llevamos haciendo hace más de dos años y vamos a ver frutos por ahí. Es un reto sin duda, creemos que lo podemos alcanzar, incluso superar, pero si nos quedamos en un 80%, pues no va a pasar nada. Y sí vemos que hay muchísimo apetito y necesidad”, comenta el CEO. Para los nuevos 15 millones de euros de capital, “el plan es doble”: continuar su expansión internacional, que ya los ha llevado a instalar oficinas en Londres, Estados Unidos y México, y continuar reforzando su tecnología. 

 

B-FY

Miguel Abreu, CEO de B-FY.

“Nunca hemos identificado a las personas a nivel online. Llevamos muchísimos años usando contraseñas y las contraseñas no identifican a una persona, identifican al portador de esas contraseñas”, explica a CSO Miguel Abreu, CEO de B-FY. Durante mucho tiempo, las contraseñas fueron la mejor -o única- forma de asegurar la información y los sistemas, pero según Abreu, un abanico de posibilidades se abrió en esta materia cuando los smartphones con capacidades biométricas se popularizaron. 

B-FY (antes Biocryptology) desarrolló una solución que se inserta en las aplicaciones móviles de las empresas -una librería que funciona como marca blanca- y que aprovecha las capacidades tecnológicas de los dispositivos para identificar biométricamente (con huella, cara o iris) a los usuarios, sin dejar los datos biométricos en máquinas o aplicaciones, que pueden ser hackeadas. Así, los datos siempre permanecen bajo el control del usuario en su propio móvil, con lo que B-FY respeta la privacidad y no puede ser vulnerado con ataques como el SIM swapping.

 

“Nunca hemos identificado a las personas a nivel online. Las contraseñas no identifican a una persona, identifican al portador de esas contraseñas"

 

Miguel Abreu, CEO de B-FY

 

“Las soluciones biométricas tradicionales, que te toman la huella o hay una cámara viendo tu rostro, son precisas a nivel de seguridad y realmente identifican a la persona, pero tienen dos problemas. Uno a nivel de privacidad, que tu biometría sale de tu poder, está en servidores centralizados y aunque está encriptada y protegida, no hay nada más tentador para un hacker que tener un sitio donde hay un millón de patrones biométricos que robar”, comenta Abreu.

La segunda desventaja de las soluciones biométricas tradicionales tiene que ver con la tecnología que, hoy por hoy, está en auge: la IA. Si los atacantes logran entrar en los servidores centralizados donde están todos los datos biométricos, pueden utilizar los deep fakes o la IA para suplantar la identidad de los usuarios. “En el caso de B-FY, si alguien me hace un deep fake a mí, lo tiene que mostrar en mi móvil, no sirve cualquier cámara, porque el elemento certificador de la biometría está en poder del usuario”, explica.

Para este 2023, B-FY espera “un crecimiento bastante grande. La adopción ahora mismo está cogiendo velocidad y tracción y este año esperamos estar en cuentas importantes, con las cuales estamos pilotando ahora”, concluye su CEO.

 

Didit (Gamium)

Alejandro y Alberto Rosas, fundadores de Gamium.

La idea que tuvieron los gemelos Alberto y Alejandro Rosas tras terminar su máster de Matemáticas dio tan en el clavo que aún no han pasado dos años desde la creación de su empresa Gamium y ya tienen a sus espaldas un acuerdo de inversión con Wayra, el brazo de innovación de Telefónica, y una colaboración con Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp. La idea, de hecho, surge incluso antes de que la compañía de Mark Zuckerberg cambiara de nombre para apostar de lleno en el metaverso, y lo que vieron en este momento era que este nuevo entorno digital necesitaba “una buena base, y es una base sobre todo a nivel de pagos y a nivel de identidad. Nos centramos mucho en el tema de identidad digital porque vimos que era algo totalmente necesario y vimos que había una serie de cataclismos ahora que van a venir y que era interesante trabajar en ellos y que el mercado iba a subir mucho”, comenta Alberto a CSO

Esos ‘cataclismos’ llegarían en forma de CBDC o de monedas digitales de los bancos centrales (o realmente de cualquier proceso bancario o financiero que requiriera la verificación de la identidad de las personas), y de inteligencia artificial. “Sabíamos que de aquí a unos años, o a unos meses, va a ser imposible distinguir qué es real y qué no en internet”, dice. Es ahí cuando comienzan a desarrollar Didit, la solución de identidad digital interoperable y global de Gamium. Se trata de un protocolo basado en blockchain que dota a las personas de una identidad digital universal, que contiene todos los datos de la persona y que permite gestionar esta información en cualquier plataforma, además de realizar pagos.

 

"Ahora mismo, la identidad digital que tenemos en internet está fragmentada en varias plataformas"

 

Alberto Rosas, fundador de Gamium (Didit)

 

“Ahora mismo, la identidad digital que tenemos en internet está fragmentada en varias plataformas, en Facebook, Twitter, Gmail. Realmente tenemos datos por todos lados, somos personas distintas en todos lados, tenemos mil passwords, es un follón porque no tenemos una solución de identidad global. Didit justamente lo que consigue es que tengas tus datos y toda la gestión de tu identidad en un mismo sitio”, explica Rosas.

En 2022, Gamium cerró un acuerdo de inversión con Wayra y, aunque Rosas no revela el monto de la financiación, cuenta que les ayudó a hacer crecer el equipo -que ahora cuenta con 30 personas- y a mejorar su producto. Además, en febrero de este año ingresaron, junto con otras tres startups europeas dedicadas al metaverso, en el Metaverse Activision Programme de Meta, donde colaboraron en un proyecto de inteligencia artificial que más adelante integrarán a sus propias soluciones. 

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