Siete de cada 10 españoles sufrieron un ciberataque en 2018

Un estudio de Softonic concluye que el 70% de los españoles ha sido víctima de alguna modalidad de ciberataque durante 2018. Unas cifras, asegura la empresa, que van en línea con los últimos datos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que detectó 38.000 incidentes durante el año pasado, lo que supone un crecimiento del 43% respecto a 2017.

En cuanto a la modalidad de  ataques sufridos, el 71% de los encuestados asegura que fueron de tipo malware, es decir, software maliciosos que buscan infiltrarse y dañar el dispositivo en cuestión (ordenador, móvil, tableta…) sin el consentimiento de su propietario. Le siguen los de tipo adware (22%), cualquier programa que automáticamente muestra publicidad no deseada con el fin de generar lucro a sus autores, y los conocidos como phishing (19%), que buscan obtener información confidencial (contraseñas, nombres de usuario, detalles sobre tarjetas bancarias…).

Pese a que la cifra de ataques es elevada, resulta llamativo que el 70,2% asegura utilizar firewalls o antivirus para proteger sus dispositivos frente al 29,8% que no lo hace. Además, de los primeros, el 57,3% asegura actualizar sus antivirus frecuentemente mientras que el 42,7% no lo hace. Por su parte, un 75% de los encuestados afirma utilizar contraseñas alfanuméricas y comprobar su nivel de seguridad y un 65% asegura crear copias de seguridad de sus archivos.

La incorporación en los últimos años de los entornos cloud o los dispositivos conectados (Internet de las cosas) ha ampliado el posible escenario de ciberataques y ha incrementado la dificultad para frenarlos. Pese a esto, el 54,3% cree que sus datos están más seguros en la nube que en cualquier otra ubicación.

En cuanto a dispositivos se refiere, un 63,3% de los encuestados considera que el ordenador y la tableta son los más seguros, frente al 36,2% que se decanta por el teléfono móvil. Además, cabe destacar que el 77% de los encuestados afirma sentirse perdido en materia de ciberseguridad debido a la falta de información sobre potenciales ataques y cómo prevenirlos. Esta ausencia de conocimiento incrementa su preocupación por ciertos aspectos como que los cibercriminales puedan usurpar su identidad (26%), que puedan obtener información personal como dónde viven o la edad que tienen (23%) o que puedan acceder a sus datos bancarios (22,8%) o que el dispositivo que recibe el ataque quede inutilizado (17,8%).